La octava edición de la Feria Internacional de Antigüedades, Antiq Auria, abrió sus puertas esta tarde en Expourense ofreciendo al visitante un viaje al pasado lejano (con pinturas y piezas de arte sacro del siglo XVIII y XIX) hasta el pasado más reciente de la década de los 80 y 90 del siglo XX e incluso ya de comienzos del siglo XXI. Un total de 42 expositores de España, Portugal, Francia, Bélgica y Suiza ofrecen más de 30.000 objetos de todos los precios, tamaños, gustos y épocas en una cita organizada por la Asociación “Memoria Antiga” con la colaboración de Expourense y de la Diputación Provincial de Ourense.

Según informan desde “Memoria Antiga”, ANTIQ Auria se ha posicionado no solamente como la mejor feria de antigüidades de Galicia sino que es ya una de las mejores del noroeste peninsular tanto por la cantidad y variedad de expositores como por la gran fidelidad de su público que ya acudió a la feria desde primera hora y con un flujo constante de visitas durante esta primera tarde. “Los que realmente son aficionados a las antigüedades vienen hoy porque cada objeto es único y es el mejor momento para hacerse con las mejores piezas”, explican los organizadores.

El público está respondiendo a la llamada de los anticuarios y ya desde primera hora podía verse bastante ambiente en la feria, llamando la atención la presencia de visitantes muy jóvenes. “Ese es precisamente uno de los objetivos de esta feria. Meter el gusanillo e las antigüedades y el coleccionismo a las nuevas generaciones”, explican desde Memoria Antiga.

Los que también se acercaron esta tarde fueron algunos de los miembros del Patronato de Expourense como el delegado territorial de la Xunta de Galicia, Manuel Pardo; el teniente alcalde del Concello de Ourense, Aníbal Pereira; el director territorial de Medio Rural, José Antonio Armada, o la directora de Termalismo de Ourense, Belén Gómez, que estuvieron acompañados por la senadora Carmen Leyte; los parlamentarios Miguel Ángel Viso o Juan Manuel Casares; el diputado provincial José María Lago o por la presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias, María Cabanelas.

Todos los objetos expuestos se pueden englobar en las categorías de antigüedades, coleccionismo o vintage pero resulta complicado elegir el sector más representado porque, haciendo un recorrido por el recinto, puede concluirse en que hay absolutamente de todo. Llaman la atención al acceder al recinto los sillones de dentista de los años 40 y de barbero de los años 60; un medidor de precisión de aceite utilizado cuando había cartilla de racionamiento, un mantón de Manila de principios del siglo XIX o un secreter de bronce.

Esta cita cuenta con un alto índice de fidelidad por parte de los expositores, ya que alrededor del 70% ha participado en todas las ediciones celebradas hasta el momento.

En lo referente a las antigüedades propiamente dichas (objeto con más de 50 años) pueden encontrarse como juguetes, teléfonos, relojes, muebles, joyas, utensilios de plata, porcelanas, etc. En la sección de coleccionismo se puede encontrar numismática, filatelia, objetos militares y religiosos, etc.

El horario de apertura será el viernes 8 de noviembre de 16.30 a 21.00 h; y el sábado 9 y domingo 10 de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 21.00 h. La entrada tiene un coste de 3 euros y es gratuita para menores de 12 años.

Subasta el domingo
Durante esta octava edición se repetirá la “gran subasta” que tendrá lugar el domingo 10 de noviembre por la mañana a partir de las 12.00 h. Cada expositor cederá un objeto para subastar entre el público asistente y cada uno de ellos tendrá un precio de salida de 5 euros. “Se trata de una buena oportunidad para hacerse con piezas únicas a muy buen precio”, explican los organizadores.