La 5ª edición de la Feria Internacional de Antigüedades cierra sus puertas esta tarde habiendo superado las expectativas de organizadores y expositores
La tan ansiada vuelta a la normalidad se puede ya casi tocar con los dedos. La 5ª edición de la Feria Internacional de Antigüedades, Antiq Auria, cerró sus puertas esta tarde en Expourense tras tres días en los que 35 expositores de España, Portugal y Suiza ofrecían miles de antigüedades y objetos de coleccionismo y vintage. Y el público ha respondido con creces a su llamada. Tras dos años sin celebrarse (la última edición fue en noviembre de 2019), esta edición ha igualado su cifra de visitas más elevada hasta el momento, más de 2.500. Un dato que ha cumplido y superado las expectativas de los organizadores, la Asociación Memoria Antigua, y también de los propios expositores, que se animaron a organizar la feria “sin saber muy bien cómo iba a reaccionar el público, ya que es la primera edición que hacemos tras la pandemia”.
Además de Antiq Auria, las instalaciones de Expourense acogieron este fin de semana otros eventos como la exposición interactiva de dinosaurios “Discovering Dinosaurs” que registró también un alto índice de visitas, alcanzado las 3.000. Ambas actividades proponían un viaje al pasado para toda la familia y han sido muchas las familias que han participado en ambas exposiciones. Todo ello ha supuesto un paso más en la vuelta a normalidad.
En lo referente a Antiq Auria, cabe destacar que ha contribuido, según los organizadores, “a que la gente valore más lo que tiene en casa. Ven que aquí se venden cosas que ellos tienen en casa y consideran trastos y eso provoca que al llegar a casa lo valoren más”. Haciendo un recorrido por la feria era frecuente ver a visitantes que explicaban a sus hijos o nietos qué eran y para qué servían algunos de los objetos expuestos como braseros para calentar la cama, básculas o aperos para realizar labores agrícolas. También llamó la atención la gran cantidad de gente joven que visitó el salón en busca e alguna pieza vintage para decorar su casa y combinarla con una decoración más moderna.
Esta cita ha supuesto también una buena oportunidad para los expositores que vendían obras de arte como los cuadros de pintores gallegos de referencia como Díaz Pardo, Quessada o Lugrís quienes comentaban que “la gente pasa ahora más tiempo en su casa y valora tener en ella algo especial, con belleza y con historia”.
En esta última jornada de Antiq Auria se celebró también la gran subasta en la que los visitantes (y también los propios expositores) pudieron pujar por una treintena de objetos con un precio de salida de 5 euros. Una lámpara de bronce de los años 70 fue el objeto que alcanzó el mayor precio de la puja, 150 euros.
Concluye así un fin de semana en el que queda patente la multidisciplinariedad y adaptación de las instalaciones de Expourense, ya que ayer se celebraba también en sus instalaciones la asamblea general del sindicato CIG que reunió a un centenar de personas más.
Tras este fin de semana, Expourense se mete de lleno ya en la preparación y montaje de Xantar, la 22ª edición del Salón Internacional de Turismo Gastronómico, que se celebra entre el 3 y el 7 de noviembre y que será sin duda la gran cita del año en el recinto y significará el reencuentro de los profesionales del turismo y la gastronomía.